jueves, abril 13, 2006

Corrupción en la Costa

Al parecer, con la excepción de la Agencia Tributaria, todo el mundo estaba enterado de la corrupción inmobiliaria que permitía que, en Marbella, se construyese profusamente saltándose toda normativa urbanistica y medioambiental. Y, por supuesto, todo el mundo sabe que este tipo de corrupción se extiende, cuando menos, por toda la costa mediterránea. Por eso, no ha sorprendido a nadie la detención de una alcaldesa, una teniente de alcalde, el jefe de la policia local y el principal capo de la trama: el gestor o asesor urbanístico del municipio, de nombre Roca (no se sabe si como alusión a su cara dura).
En realidad, lo verdaderamente sorprendente es que un pequeño grupo de jueces y policías eficaces hayan podido llevar adelante esta operación anticorrupción sin que los implicados se hubiesen enterado de que esta se estaba llevando a cabo, silenciosamente, desde hacía mucho tiempo. Es, desde luego, un alivio constatar que no siempre los criminales disponen de la información necesaria para poder neutralizar una operación de este tipo. Y ya se sabe que la capacidad de neutralización de los efectivos policiales, judiciales y funcionariales, por parte del crimen organizado, asciende a muchos millones de euros en billetes de 500, como los incautados en la casa de la teniente de alcalde (alias "morritos").
Tampoco sorprende constatar, una vez más, el ansia de acumulación y ostentación de este tipo de individuos, así como su afición a la caza mayor junto con una religiosidad, muy característica de los mafiosos, que les lleva a disponer de capillas con toda clase de imágenes y objetos sagrados de alto valor. Lo hemos visto en películas sobre la mafia. Todo ello combinado con la afición a almacenar, y colgar en las paredes, un buen número de cabezas y ejemplares disecados de animales salvajes. Pero, como no todo tiene que ser mal gusto, este personaje también disponía de una excelente cuadra de bellos caballos y unas magníficas casas de campo. Todo ello, junto con su patrimonio financiero (por supuesto, a nombre de testaferros) componía una de las fortunas más elevadas del país y obtenida desde la nada.
Lo que me inquieta es que si Hacienda es capaz de tragarse actuaciones de esta enorme cuantía, sin llevar a cabo ninguna inspección eficaz ¿cómo va a intervenir en los cientos de miles (o millones) de fraudes a la Hacienda Pública de una cuantía no mayor que unas pocas decenas de miles de euros cada una? Quien no haya escriturado una propiedad por menos de su valor real, que tire la primera piedra.
¿Será cierto que la mitad de los inspectores de Hacienda solo hacen labores de carácter administrativo y que para toda la provincia de Málaga los inspectores disponibles son solo dos o tres? Algo huele a podrido en Dinamarca.

domingo, abril 02, 2006

Keynesianismo en USA

John Maynard Keynes es, posiblemente, el economista moderno que más influencia ha tenido en las decisiones económicas de los gobiernos en épocas de crisis y depresión, a partir de la publicación de su libro "Teoria general de la ocupación, el interés y el dinero", en 1936.
El "keynesianismo" es la política económica que se basa el incremento del gasto y la inversión pública para reactivar la baja demanda y combatir el desempleo. Keynes calculó, matemáticamente, el efecto "multiplicador" de ese incremento de inversión en determinadas condiciones. Para ilustrar mejor que el efecto multiplicador es independiente del carácter utilitario de la inversión, algunos keynesianos han recurrido al absurdo, lanzando la idea de que la inversión pública en una legión de trabajadores que se dediquen a abrir zanjas, para rellenarlas después, tendría el mismo efecto multiplicador sobre el sistema productivo. Desde luego, a ningún gobierno se le ocurriría semejante sandez, ya que si se invierte en mejorar las carreteras o en repoblación forestal, además del efecto "multiplicador" tendríamos un beneficio extra para la sociedad.
Si hubiese que buscar una aplicación de gran éxito del keynesianismo yo me inclinaría por elegir el Plan Marshall, que generó una rápida recuperación de Europa después de la segunda guerra mundial.
Ni que decir tiene que los economistas liberales y conservadores han combatido las ideas keynesianas por considerarlas radicales y ¡hasta cercanas al comunismo! (según dice el keynesiano J.K.Galbraith). Y, sin embargo, Keynes era, realmente, un gran conservador solo que con ideas nuevas e imaginativas.
No es fácil saber en qué momentos y en qué lugares se han aplicado o se aplican las ideas keynesianas. Un amigo escribe que la "llegada de Clinton supuso la vuelta al keynesianismo actualizado (en USA)". No lo creo. Sí, en cambio, que los 8 años de Clinton han sido los mejores de la economía americana en cuanto a crecimiento junto con la recuperación de los equilibrios fiscales y comerciales perdidos durante el mandato de Bush-padre, y vueltos a perder -esta vez de forma más aguda- durante el de Bush-hijo. Sin embargo, veo más una buena gestión económica en el mandato Clinton que un keynesianismo real; ¿donde estaría el incremento del gasto público? Las propuestas de Hillary Clinton para una Sanidad pública más extensa fueron paralizados por el Congreso por la influencia de la poderosa industria sanitaria privada americana (la más cara del mundo). No tengo los datos, pero sospecho que el equilibrio fiscal fue logrado, más bien por una reducción de los gastos militares, ya que las guerras de la era Clinton fueron siempre rápidas y poco costosas, comparado con las de los Bush. Solamente, quizás hubo un ligero repunte de los impuestos y también un pequeño aumento de los gastos sociales. Un pequeño keynesianismo social, si lo comparamos con el de Europa del Norte. Quizás se puede considerar keynesiano el modelo sueco ya que utiliza profusamente el gasto público social como palanca para eliminar el desempleo. Particularmente, con el llamado "cuarto pilar del estado de bienestar" que libera a las mujeres de situaciones de dependencia familiar y facilita su inserción en el mercado de trabajo. Ahora bien, el modelo sueco se basa en un sistema de fuerte presión fiscal (más del 50% PIB) con lo que se da el equilibrio fiscal e, incluso, un superavit en las épocas de mayor crecimiento económico. Algo que contradice las expectativas de los liberales neo-cons que llevan más de 30 años pronosticando, sin éxito, el derrumbe del modelo nórdico.
A modo de "boutade" me arriesgo a afirmar que es precisamente un neo-con, como Bush-hijo, quien está aplicando, en la práctica y sin saberlo, un modelo de crecimiento keynesiano. Y, además, con inversiones tan inútiles como las de abrir y rellenar zanjas: la guerra de Iraq. Esta guerra está teniendo un coste desorbitado que admite estimaciones muy diversas, que van desde el 1% al 20% del PIB americano, según lo que se incluya como coste y según para quien sea el coste. J. Stiglitz lo cifra en 839.000 millones $, en una estimación que considera conservadora.
Siguiendo con el simil keynesiano, el equivalente de abrir zanjas sería aquí la destrucción de poblaciones enteras y de toda clase de obras públicas. Claro que, como daños colaterales de esa destrucción, habría que considerar cerca de 100.000 personas muertas (¿habría que meterlas dentro del coste económico?). Y el volver a cerrar las zanjas, sería la reconstrucción de lo destruido, lo que no se ha producido todavía ni se sabe si se hará ni quien correrá con los gastos.
Todavía no se sabe lo que queda por gastar en dinero público, pero sí que en USA se está generando uno de los déficits públicos más importantes de la economía mundial. Y que ese gasto público, según la teoría keynesiana del "efecto multiplicador" está produciendo en USA, como resultado, un crecimiento económico muy superior a la media europea. Y, aparentemente, sin un aumento muy notable de la inflación, cuestión cuya explicación dejo al buen juicio del lector.