A poco más de 6 meses para las elecciones generales de 2008 (que previsiblemente se celebrarán a primeros de marzo) ya se están produciendo los primeros movimientos de caracter electoral:
- El PSOE está dando muestras de dirigirse a lo que los dos grandes partidos consideran un granero electoral: el Centro. La decisión de dejar el poder a la derecha en Navarra, antes que pactar con independentistas, es una muestra clara de esta polí1tica. Como también algunos gestos de caracter españolista. El PSOE no quiere dejar al PP el monopolio del españolismo.
- En el PP, se dan movimientos para la sucesión de Rajoy en el caso, muy probable, de que pierda las elecciones. Las declaraciones de Ruiz Gallardón (alcalde de Madrid) ofreciendose a "apoyar" a Rajoy, como diputado por Madrid, han levantado toda clase de especulaciones en los medios de comunicación y en el PP. En la sombra, se mantiene la candidatura de Rodrigo Rato.
- Por fin, Rosa Diez (que ha pasado largo tiempo apoyando la política antiterrorista del PP siendo eurodiputada por el PSOE) ha dejado el PSOE para unirse al nuevo partido de Basta Ya. Probablemente, Rosa Diez pretendía ser expulsada por el PSOE, pero ya que esto no se producía (sospecho que por una inteligente estrategia de Zapatero) ha tenido que decidirse a abandonar.
- Por parte de CiU y PNV se están produciendo resistencias a la Ley de la Memoria Histórica que, en realidad, constituyen tácticas para conseguir mejoras sustanciales en los Presupuestos de 2008. Pronostico que la Ley de la Memoria Histórica se aplazará a la próxima legislatura.
- En Euskadi la situación, dentro del PNV, es sumamente interesante: su Presidente, Imaz, sostiene posturas muy semejantes a las del Gobierno de España, es decir la prioridad es la desaparición de ETA; mientras exista violencia, no se puede hablar de "soberanismo". Mientras que el Lehendakari Ibarretxe anuncia un referendum para el año próximo, haya o no dejado ETA las armas. Posturas enfrentadas que nunca hasta ahora habían aparecido tan claramente delimitadas.
En los próximos meses veremos nuevos movimientos políticos que tendrán como objetivo tomar posiciones de cara a las elecciones de 2008. ¿Es posible hacer pronósticos de resultados, a día de hoy?
En mi opinión, la aparición de nuevos partidos como Basta Ya o Ciutadans, en el ámbito estatal, no va a tener una incidencia importante para los resultados electorales. En estos casos, los nuevos partidos recogerán votantes de las grandes formaciones casi a partes iguales. Hoy, no es posible asegurar que Basta Ya vaya a conseguir más votantes, que antes lo eran del PSOE que de los que eran votantes del PP. En cambio, lo que puede ser decisivo (como lo fue en 2004) es la participación de más de un millón de votantes, fundamentalmente jóvenes con ideas progresistas, que no se sienten representados por los partidos. En 2004, los intentos de falsificación de los datos del atentado del 11 M, por parte del Gobierno Aznar, movilizó a esta población en contra del PP. Hoy no se dan las circunstancias de entonces, por lo que podría ser acertada (aunque a mí no me guste) la estrategia del PSOE de dirigirse hacia el centro-derecha.
En todo caso, la volatilidad del voto de derechas es menor que el de izquierdas, por lo que una baja abstención favorece a la derecha, que tiene un suelo fijo de unos 9 millones de votos, con participación muy baja, mientras que el PSOE necesita una participación importante para superar esos 9 millones, como en 2004 en que llegó a más de 11 millones de votos con un 75% de participación.
Mi pronóstico es que para una participación del 65% puede haber un empate o una victoria (por poco) del PP, pero que para participaciones superiores al 70% ganará el PSOE con un márgen de votos aceptable para gobernar. Así que la estrategia del PSOE debe ser la de movilizar al máximo al electorado, especialmente al más jóven. Cabe preguntarse: ¿es eso compatible con el acercamiento al centro?
En mi opinión, la aparición de nuevos partidos como Basta Ya o Ciutadans, en el ámbito estatal, no va a tener una incidencia importante para los resultados electorales. En estos casos, los nuevos partidos recogerán votantes de las grandes formaciones casi a partes iguales. Hoy, no es posible asegurar que Basta Ya vaya a conseguir más votantes, que antes lo eran del PSOE que de los que eran votantes del PP. En cambio, lo que puede ser decisivo (como lo fue en 2004) es la participación de más de un millón de votantes, fundamentalmente jóvenes con ideas progresistas, que no se sienten representados por los partidos. En 2004, los intentos de falsificación de los datos del atentado del 11 M, por parte del Gobierno Aznar, movilizó a esta población en contra del PP. Hoy no se dan las circunstancias de entonces, por lo que podría ser acertada (aunque a mí no me guste) la estrategia del PSOE de dirigirse hacia el centro-derecha.
En todo caso, la volatilidad del voto de derechas es menor que el de izquierdas, por lo que una baja abstención favorece a la derecha, que tiene un suelo fijo de unos 9 millones de votos, con participación muy baja, mientras que el PSOE necesita una participación importante para superar esos 9 millones, como en 2004 en que llegó a más de 11 millones de votos con un 75% de participación.
Mi pronóstico es que para una participación del 65% puede haber un empate o una victoria (por poco) del PP, pero que para participaciones superiores al 70% ganará el PSOE con un márgen de votos aceptable para gobernar. Así que la estrategia del PSOE debe ser la de movilizar al máximo al electorado, especialmente al más jóven. Cabe preguntarse: ¿es eso compatible con el acercamiento al centro?