sábado, octubre 27, 2007

Francia: una derecha civilizada

Después de leer las penosas declaraciones de dirigentes de nuestra derecha sobre el Cambio Climático (a las que me refiero en mi anterior artículo en este Blog), me produce cierta envidia leer que el Presidente francés, Sarkozy, recibe a Al Gore y comunica propuestas innovadoras para colocar a Francia en primera linea de las transformaciones para lograr una mayor sostenibilidad del modelo económico occidental de desarrollo. Entre las propuestas está la de la creación de una tasa que grave el consumo de energía contaminante y los productos de los países que no cumplan con el protocolo de Kyoto. Algo que sería insólito en nuestra derecha cavernaria que siempre se ha opuesto a cualquier tasa ecológica.

Sarkozy plantea elevar sustancialmente el uso de tecnologías limpias, aumentar fuertemente la proporción de energías renovables, y llegar a crear un IVA reducido para los productos que respeten el clima y la biodiversidad.

Para el Presidente francés, "nuestro modelo de crecimiento está condenado y la paz en el mundo no será posible si seguimos igual"; algo radicalmente opuesto a lo que dice el "pensamiento único" neo-liberal. No en vano Francia es la cuna del racionalismo y del laicismo.

Esperemos que nuestra derecha tome nota y, en caso de que triunfen en las próximas elecciones (lo que puede ocurrir si hay una fuerte abstención de la juventud progresista), se decidan a seguir el ejemplo de Francia en materia de política medioambiental. Cosa harto dificil si sigue mandando la derecha montaraz, con Aznar a la cabeza y con la Iglesia arremetiendo contra cualquier iniciativa progresista, por modesta que sea. El caso más ridículo y absurdo es la oposición a la impartición de la asignatura de Educación para la Ciudadanía lo que, en el caso de la jerarquía eclesiástica, raya en la hipocresia más absoluta cuando se tacha a la asignatura de manual de adoctrinamiento, dicho esto por quienes adoctrinaron a placer, durante 40 años, amparados por un Dictador. Desde luego, en Francia, es impensable una actitud de ese tipo, como bien dice un forero aquí, en un debate sobre el tema. Y yo añado, también sería impensable en Finlandia (y en casi todos los países europeos) donde la "Yhteiskuntaoppi" (educación cívica o comunitaria) se enseña desde hace más de 30 años.

Lo dicho: que nuestra derecha tome ejemplo de las derechas civilizadas de Francia o Alemania.

jueves, octubre 25, 2007

¡Qué país, qué paisaje, qué paisanaje!

Desde hace poco, estoy tratando de eliminar, de mi cabeza, los pensamientos negativos y la queja contínua, pero reconozco que, si sigo viendo televisión y leyendo prensa y foros políticos, me va a ser dificil adoptar una postura positiva ante lo que veo y leo.

Hace unos días, me he visto sorprendido por unas conversaciones de café del Sr. Rajoy, sobre el Cambio Climático. Y no es que no sea normal saber poco de este tema, ni tampoco que uno tenga propensión a confiar más en lo que te dice tu primo, catedrático de Física, que en los miles de científicos del IPCC (que la mayoría de la gente no sabe lo qué es). Lo realmente preocupante es que esto le pase al principal candidato a Presidente del Gobierno de una oposición que tiene un equipo de asesores dedicados al medio ambiente y al problema del calentamiento global. ¿Qué política medioambiental propondrá el PP en su programa? Esperemos que no esté inspirada por algunos conspicuos "negacionistas" que escriben para Libertad Digital.

También, en estos días estamos siendo bombardeados, por las cadenas de TV, con un video, grabado en el metro de Barcelona, donde una pobre niña es acosada vilmente y pateada por un sujeto que muestra toda la baja catadura moral, racista y machista, que se da en una parte (espero que pequeña) de la juventud española. Pero lo realmente grave no es este hecho en sí, que podría ser algo aislado, sino el que hayan pasado tantos días sin que la Justicia haya reaccionado, dando la impresión de que, cuando lo ha hecho, ha sido por la repercusión mediática del video. Y tampoco es muy aleccionador ver a un individuo de esta calaña, pasearse con chulería rodeado de algunas chicas que parecen no presentar ninguna solidaridad con la chica agredida. Como tampoco es un plato de gusto saber que el sujeto en cuestión está pidiendo dinero por hacer declaraciones en TV. Solo faltaría que lo consiguiese y se convirtiese en uno más de los delincuentes que suelen salir en los canales rosa.

Cómo bien decía Unamuno: ¡Qué país, qué paisaje, qué paisanaje!

Con este tema, me viene a la memoria una frase de Antonio Machado que, si mal no recuerdo, decía algo como que "en España, de 10 cabezas hay una que piensa y 9 que embisten".
No lo creo. Esto supondría 4 millones de cabezas pensantes, cantidad a la que seguramente no llegamos. Afortunadamente tampoco debemos tener a un 90% embistiendo aunque, dado el tono político imperante de los últimos años, los que embisten parecen haber aumentado significativamente en número.

lunes, octubre 08, 2007

Las deficiencias del sistema electoral

No es infrecuente oir quejas sobre el sistema electoral español que es considerado, por algunos, como uno de los menos democráticos de Europa debido a dos razones principales: la falta de proporcionalidad entre votos y escaños, y las listas cerradas de los partidos. En realidad, todo esto tendría una sencilla solución, si hubiese voluntad política de resolverlo, por parte de los partidos. Veamos las cosas con más detalle:

Sobre la proporcionalidad:
Se trata de que el coste de un escaño es muy diferente para los distintos partidos. Un lugar común, de muchos comentaristas, es asegurar que el sistema beneficia a los nacionalismos periféricos, señalando específicamente al PNV (Savater dixit). Y es cierto que el escaño más barato suele ser el del PNV (unos 60 mil votos por escaño), pero no se diferencia gran cosa de los de los grandes partidos: PP, 66 mil y PSOE, 67 mil, en las últimas elecciones. Pero otros nacionalismos no lo tienen tan barato: BNG, 104 mil; CiU, 84; ER, 82; EA, 81 y CC, 78. La media de los nacionalismos periféricos es de 78 mil votos por escaño, es decir bastante más que los grandes partidos nacionales.

Ahora bien, quien sí tiene derecho a quejarse amargamente es IU a quien le cuesta un escaño ¡257 mil votos! O sea casi 4 veces lo que les cuesta a los grandes partidos. Esto ocurre porque en las pequeñas circunscripciones IU obtiene votos pero no los suficientes para lograr un escaño. Así que, puesto que IU se presenta en todas las circunscripciones (provincias), obtiene unos 700.000 votos que se van a la papelera sin escaño alguno. Los partidos nacionalistas, en cambio, tienen ratios mejores porque solo se presentan en zonas limitadas y no en toda España. Si el nuevo partido UPD se presenta en toda España obtendrá, probablemente, los escaños más caros del país.

El sistema tiene una evidente falta de proporcionalidad entre votos y escaños. La causa de que esto sea así no se debe a la Ley d'Hondt como dicen algunos que parecen culpar al pobre Sr. d'Hondt del desaguisado. La Ley d'Hondt es un sencillo (y riguroso) método de asignación de escaños en una circunscripción determinada. Pero ocurre que las circunscripciones (provincias) tienen asignados un mínimo de 2 escaños y los demás proporcionalmente a su población. Evidentemente, las pequeñas circunscripciones obtienen un total de escaños superior a los que les correspondería con una proporcionalidad estricta.

¿Cómo se podría solucionar el problema? Hay quien sugiere que haya una única circunscripción: España. El absurdo de esta propuesta resulta evidente, ya que aleja enormemente a los candidatos de sus electores. Otra intermedia, sería la de circunscripciones por Comunidades Autónomas, pero todavía son demasiado grandes, en algunos casos. Hay demasiada diferencia entre Comunidades como Andalucía o Castilla-León con Rioja o Cantabria. En realidad, no hay porqué descartar la provincia como circunscripción electoral, haciendo algunas correcciones para asignar los llamados "restos" (votos que se quedan sin escaño) de forma proporcional a los votos de los partidos en toda España. Para eso se precisa guardar un número de escaños para asignar los "restos". Sin necesidad de aumentar los escaños del Parlamento, se podría reducir a uno los 2 escaños fijos actuales, por circunscripción, obteniendo 50 escaños para repartir restos. Es una posibilidad bien sencilla.

Sobre las listas cerradas:
Este, a mi modo de ver, es el aspecto más importante en relación con la falta de democracia del sistema. Y, probablemente, el que plantee menos voluntad política de solución, por parte de los grandes partidos. Las listas cerradas proporcionan un enorme poder a las cúpulas de los partidos. Especialmente de los grandes. A nadie se le oculta que la capacidad de decisión sobre el lugar que ocupa un candidato en una lista, de forma que sea o no elegido, genera un enorme poder en quien la tiene y una gran subordinación de los candidatos hacia las cúpulas de los partidos.

La democratización del sistema electoral se lograría transfiriendo ese poder de decisión, del lugar que se ocupa en las listas, de los partidos a los electores. Esto se consigue con listas abiertas, de forma que los electores puedan optar por el candidato que más confianza les da, dentro de la lista del partido. Esto es sustituyendo el voto a un partido, por el voto a un candidato que va en la lista de un partido. En Finlandia, el sistema es idéntico al español (incluida la ley d'Hondt para la asignación de escaños), salvo que se votan candidatos y no partidos. De las listas de los partidos (o agrupaciones electorales) se obtiene una lista de todos los candidatos que se presentan, ordenada al azar, en la que cada candidato tiene un número. El elector vota indicando el número de su candidato elegido (claro está, después de consultar la lista del partido elegido, la historia de los candidatos, etc.). Esto es igual que haber votado al partido del candidato, excepto que ahora el candidato que va el primero en la lista del partido puede ser menos votado que el décimo, por ejemplo. O sea que Ruiz Gallardón saldría más votado que Rajoy, aunque le pongan en quinto lugar. Y lo mismo con los demás líderes de los partidos. Naturalmente, la asignación de escaños, por el método d'Hondt, se hace por los votos obtenidos por cada candidato y no por la lista del partido.
¿Queda clara la dificultad para que esta solución democratizadora se haga realidad?