domingo, junio 28, 2009

Ventajas de la diversidad

Para un ecologista, o un biólogo, las ventajas de la diversidad de la naturaleza es una obviedad que le deja bien clara la idea de la necesidad de la conservación de las especies naturales en peligro de extinción.

Pero para los seres humanos, la diversidad es mucho más compleja. Además de la diversidad biológica, está la diversidad social, política y cultural, incluida la diversidad de lenguas, países y sistemas políticos y religiosos. Y es en estos aspectos, donde muchas personas no consideran que la diversidad sea buena ni, mucho menos, una ventaja. Solo hay que observar como, a lo largo de la Historia, los mayores conflictos han sido una consecuencia del intento, de los más poderosos, de someter a los diferentes e integrarlos en el sistema dominante.

España es un buen ejemplo de lo que digo: por lo menos media España ve con recelo que existan en el país diferentes lenguas y diferentes identidades nacionales. Desde la unificación, bajo los Reyes Católicos, se ha dado en España una tendencia mayoritaria a cercenar las diferencias, bien sean de orden religioso, eliminando (con la Inquisición) los restos o nuevos brotes de otras creencias (judaica, musulmana o protestante), bien sea de orden político con un gobierno totalitario (como el vencedor en nuestra Guerra Civil) que, además, trató (sin éxito) de imponer la lengua castellana en todo el país. Hoy, en plena democracia, estos rasgos siguen vigentes y vemos como una gran parte del país recela de las Autonomías nacionales periféricas, que tratan de proteger sus propias lenguas diferentes. Y, en el terreno político, casi el 80% de los votantes se decantan por uno de los dos grandes partidos estatales: PP o PSOE. Esto no ocurre en otros países europeos. En las últimas elecciones europeas, los dos grandes partidos españoles obtuvieron el 88% de los escaños reservados a España. En otros países, los dos primeros partidos no alcanzan porcentajes tan elevados: en Paises Bajos, 36%; Dinamarca y Finlandia, 46%; Suecia 50%; Reino Unido y Francia 51%. Solamente unos pocos (Grecia, Polonia, ...) superan el 70% y solo en Hungría los dos primeros partidos llegan al 81%. De todas formas, lejos del 88% de España. Esto nos convierte, junto con la tasa de desempleo más alta de Europa, en un país anómalo.

La alta tasa de desempleo no es totalmente ajena a la tendencia a la uniformidad en el país. Es una consecuencia de un sistema productivo muy poco diversificado; muy polarizado en el sector inmobiliario y el del turismo. Y la burbuja inmobiliaria se ha producido, en España, con una mayor intensidad que en otros países europeos, debido a la propensión de la población (y de las administraciones locales) a tener, casi todos, la misma idea: tratar de hacer dinero con la especulación de terrenos y viviendas. Algo que ha ocurrido en mucha menor medida en otros países europeos; solo nos parecemos a la población latina inmigrante de Florida (EE.UU).

A pesar de que España, en realidad, es un país con una extraordinaria riqueza en cuanto a diversidad en lenguas, costumbres, paisajes y tradiciones, parecería que las tendencias culturales y sociales uniformadoras tienen una mayor audiencia mediática y más popularidad que las diversificadoras. Un ejemplo de esto son las audiencias deportivas que se centran masivamente en el futbol y en unos pocos deportes en los que los españoles destacan. El interés por la Fórmula 1 aparece cuando hay un campeón español y desaparece cuando este deja de ganar. Los medios de comunicación reflejan bastante bien esa tendencia a la polarización del interés público en unos pocos asuntos y temas de debate. En política, prácticamente solo en lo que se refiere a esos dos grandes partidos nacionales, cuya excesiva preponderancia dificulta también el que pueda haber un entendimiento en materias de Estado, dada la rivalidad que se deriva de su competición por alcanzar el poder. Y una de las consecuencias de esa polarización es la ausencia de diputados ecologistas en nuestro Parlamento.

La diversidad es, casi siempre, una riqueza y una ventaja de lo que he tratado ya en mi artículo "Uniformidad y diversidad" de 7 Marzo pasado. Hoy, añado que si en España se hubiese dado una mayor diversidad en el ámbito económico y productivo, el desempleo no sería tan alto y que si existiese una mayor diversidad de audiencia mediática hacia formaciones políticas diferentes de las dos preponderantes, las posibilidades de entendimiento constructivo, para resolver la crisis, serían mayores. Un buen ejemplo es el que dan los partidos nacionalistas periféricos en el Congreso, donde generalmente contribuyen a mejorar el clima de entendimiento y diálogo constructivo.

sábado, junio 27, 2009

Buenas noticias de China

Las previsiones de emisiones de gases de invernadero (CO2 principalmente) para China eran alarmantes: ya en 2006 China superó a los EE.UU. en emisiones de CO2 (con unas 6.200 millones Tm. frente a 5.800 de EE.UU), si bien las emisiones per cápita eran de 18 Tm para EE.UU y de 4,7 Tm para China (España ~ 9 Tm/c). Y también, un desastre medioambiental, como fue el del río Songhua, en 2005, con la contaminación producida por una serie de explosiones de una petroquímica, fue el nuevo detonante de la alarma medioambiental en China.

En estas circunstancias, la buena noticia es que el Gobierno chino parece haberse tomado en serio la necesidad de reducir las emisiones para combatir el cambio climático, el cual tendrá consecuencias muy graves, no solo para todo el planeta, sino singularmente para la propia China. Consecuentemente, el Gobierno chino ha elaborado un Plan para conseguir que, en 2020, un 20% de la energía consumida sea de fuentes renovables. Por ejemplo, la capacidad de energía eólica, prevista inicialmente en 30 Gw, será de 100 Gw o más en 2020. La siguiente fuente de energía renovable será la solar térmica y fotovoltaica.

Conociendo la capacidad de China en lograr superar sus objetivos, no hay duda de que lo conseguirá. También con la participación de empresas extranjeras entre las que se cuentan algunas españolas, como Gamesa, que ya están operando en China en la fabricación e instalación de aerogeneradores. China es un mercado muy sustancioso para empresas españolas especializadas en energías renovables (Iberdrola, Abengoa, Gamesa...). Las energías renovables pueden ser nuestra punta de lanza en la exportación de tecnología avanzada.

En el desolador panorama económico y ambiental al que nos estábamos acostumbrando en los últimos tiempos, estas noticias alentadoras me resultan muy bienvenidas.

sábado, junio 13, 2009

La inversión de los valores

Acabo de ver un documental-largometraje titulado (no sé porqué) Flores de Luna, que trata de los orígenes y evolución del barrio "El Pozo del tío Raimundo" de Vallecas (Madrid). Pocas veces una película, desarrollada sobre hechos reales, me ha producido tanto impacto y, sobre todo, me ha hecho reflexionar tanto sobre como puede cambiarse tan radicalmente la manera de pensar y de enfrentarse a la vida en tan solo tres generaciones. De tal manera que, en solo 50 años, se pueda dar una casi total inversión de valores desde los abuelos a sus nietos.

El Pozo del tio Raimundo se inició como un asentamiento chabolista de jornaleros procedentes de latifundios andaluces, extremeños o manchegos que emigraron del campo a la ciudad, en los años 40 y 50, buscando un mejor futuro que el que les esperaba si continuaban en sus pueblos de origen. Eran asentamientos que carecían de agua, electricidad y saneamiento, y, si bien las condiciones de vida eran terribles, los deseos de superación eran todavía más poderosos. Se fue creando una identidad de barrio y una gran solidaridad basada en la supervivencia y en la cooperación mutua; a pesar de la pobreza, la seguridad en el barrio era notable, porque los mismos vecinos controlaban a los posibles delincuentes. Y las prioridades se centraban, además de en el logro de los mínimos servicios básicos, como agua y electricidad, en escuelas para niños y para mayores analfabetos. Con la ayuda solidaria de personajes como el Padre Llanos y otros, así como de militantes del PCE y CC.OO, se fueron logrando los principales objetivos de sanidad, higiene y educación. Se cuenta que los niños acudían a las escuelas antes de la hora, se quedaban más tarde y mostraban enormes deseos de aprender y de labrarse un futuro mejor.

En la transición a la democracia, los hijos de los primeros pobladores del Pozo lograron esos objetivos de mayor bienestar, incluido un urbanismo adecuado a las condiciones de la población, con viviendas modernas y dignas. Pero, al mismo tiempo, se fueron perdiendo algunos de los valores que habían constituido la identidad del Pozo: la ayuda mutua y la solidaridad junto con la seguridad. Empezaron a aparecer los drogadictos en las zonas periféricas del barrio y algunos jóvenes sucumbieron a la drogadicción y a la delincuencia. Antes, los vecinos podían dejar objetos en su puerta o dejarla abierta, sin temor; ahora, se precisaba de rejas en las terrazas bajas. No obstante, las Asociaciones de Vecinos siguieron funcionando y cumpliendo su papel regulador y de gestión del barrio, junto con las autoridades municipales, manteniendo un creciente estado de bienestar para los pobladores del barrio.

¿Pero que pasó con los nietos de los que fundaron el barrio? Son los jóvenes dieciañeros que estudian, vaguean o trabajan, y que empiezan a plantearse su futuro. En la película, se muestran conversaciones entre ellos y también entre jóvenes hijos de inmigrantes recientes, la mayoría latinos.

Los jóvenes españoles presentan un lenguaje muy pobre, típico de la juventud actual, y lo que es peor aparece una clara tendencia racista cuando hablan de los extranjeros. Consideran que les quitan su trabajo y que deberían quedarse en sus países de origen. Al parecer, casi todos estos jóvenes no están interesados en los estudios (no me apetece estudiar, dicen), solo quieren hacer dinero y comprarse un coche o una moto. Ningún interés por el conocimiento o la cultura. Muchos llevan "piercings" o tatuajes y, en cambio, se les nota interesados por su aspecto y estética: peinado, vestidos, modas. Por el contrario, los hijos de inmigrantes (casi todos latinos o del este) hablan un excelente castellano, con un léxico bastante rico y presentan un nivel cultural y una racionalidad de análisis más altos que los españoles. Se les notaba interesados por mejorar sus conocimientos y trataban de hablar bien de los españoles; un ecuatoriano decía que era natural que hubiese algo de racismo: todo el mundo tiene miedo de lo que no conoce. Mientras que los nietos de aquellos españoles solidarios, valoran más el tener (dinero, coches...) y el aparentar, los de inmigrantes recientes tienen mayor tendencia al ser (cultos, capaces...). Es inquietante comprobar que la actual generación de jóvenes, nietos de aquellos hombres y mujeres que lucharon solidariamente por la supervivencia, frente a las penurias a las que les sometía el régimen franquista, y que lograron una situación de bienestar para ellos, podrían ahora ser pasto de ideas fascistas o de extrema derecha. Es una inversión de valores de 180º.

NOTA: El coloquio y la presentación del film "Flores de luna", de Juan Vicente Córdoba, se puede ver en: TVE a la Carta de La 2, Versión española de 13/6/09

viernes, junio 05, 2009

De buenos y malos

El histórico discurso de Obama en El Cairo (4/06/2009), en el que trató de estrechar lazos con el Islam, mencionando el corto periodo de entendimiento entre 3 religiones (cristiana, musulmana y judía) en Al-Andalus de Córdoba, y abogando por el reconocimiento mutuo de los Estados palestino e israelí, ha tenido una muy diferente acogida por parte de los medios españoles, según sus adscripción ideológica. Mientras que los de centro e izquierda han expresado su satisfacción por este clima de diálogo (que responde a las premisas de la Alianza de Civilizaciones), la derecha expresa sus reservas tachando a Obama de buenismo, un concepto muy utilizado por nuestra derecha con Zapatero, y otros personajes dialogantes, para indicar que, más que buenos, son tontos. El editorial de Libertad Digital (de 5/6/2009) no tiene desperdicio acusando a Obama de "caer en los consabidos tópicos buenistas de siempre". Por lo visto para ser un bueno auténtico había que invadir algunos países de los malos, llamando "efectos colaterales" a los cientos de miles de civiles muertos por los bombardeos de los buenos, y encarcelar (sin juicio alguno) y torturar, a los supuestos malos. El Presidente Bush (al parecer, guiado por Dios) señaló, incluso, un llamado "eje del mal" establecido para definir a determinadas naciones.

Algo ha debido cambiar en el mundo, para que no esté claro quién es bueno y quién malo. En mis años infantiles (a principios de los años 40) no teníamos ninguna duda al respecto. Los TBOs (o comics, como se llaman ahora) nos dejaban muy claro quienes eran los buenos: los exploradores blancos en África y los sherifs y vaqueros del lejano Oeste. Los malos: los negros que eran caníbales y llamábamos "cafres", así como casi todos los indios o pieles rojas y, en primer lugar, los apaches. Nunca se nos ocurrió que los negros o los pieles rojas pudiesen ser "buenos" y los blancos "malos". Yo mismo, dibujaba y escribía TBOs para consumo familiar y de los amigos, en los que los blancos eran valientes y buenos que luchaban solo para defenderse de sus enemigos y para extender la civilización occidental en África, América y Asia. Posteriormente nos fuimos enterando de que muchos miles de negros fueron enviados a trabajar, como esclavos, en las fincas de algodón que los terratenientes blancos poseían en algunas partes de América. Leyendo "La cabaña del tío Tom" supimos que los negros no eran tan malos sino que había algunos muy buenos, como el propio tío Tom. Ya, a finales de los años 40 y más en los 50, empezaron a venir películas en las que había indios buenos que defendían su territorio, frente a los blancos invasores, y blancos malos que vendían whisky y armas a los indios para provocar conflictos que convenían a sus intereses. El mundo no era algo tan claro y bien definido como habíamos creído. Y, finalmente, en los años 60, mi visión de las cosas era radicalmente distinta a la que nos quería presentar el sistema imperante, o sea el régimen franquista junto con el imperialismo americano. Y la guerra del Vietnam fue la gota que colmó el vaso. Allí me quedó muy claro que los occidentales, antes franceses y luego americanos, eran los invasores destructores de selvas y aldeas, utilizando napalm y bombas de todo tipo, y los guerrilleros del Vietcong los auténticos héroes defensores de sus pueblos. Mi visión del mundo había cambiado en 180 grados.

En realidad, las cosas nunca han sido tan sencillas. No existen buenos y malos de una pieza. Ni mucho menos países o grupos sociales y religiosos que puedan calificarse, enteramente, como buenos o como malos. Hacerlo así solo revela una mente infantil (o, quizás, hipócrita) en quien lo hace. Lo que hay, y ha habido siempre, son personajes concretos que realizan actos terribles o heroicos (según quien los juzgue) en momentos específicos. Hay personajes que tienen una alta valoración para casi todo el mundo (Gandhi, Luther King, Teresa de Calcuta, Nelson Mandela...) y otros que son repudiados por la gran mayoría de la gente (Hitler, Stalin...) y muchos otros que son muy valorados por unos y repudiados por otros (Napoleón, Fidel Castro...). Y, si reflexionamos un poco, esta caracteristica tan contradictoria del juicio humano sobre acontecimientos humanos es lo que avala avanzar en el diálogo y la tolerancia. Gandhi dijo "Ojo por ojo y el mundo quedará ciego". Algo que podemos apreciar, hoy, en el conflicto palestino-israelí: o se llega a un entendimiento o la situación acabará siendo explosiva para toda la región. En su discurso de El Cairo, Obama dejó muy claro que la justicia se consigue mejor por la vía pacífica que por la violencia. Refiriéndose a la lucha por los derechos de los negros en los EE.UU dijo: ...Pero no fue la violencia la que conquistó derechos plenos e iguales. Fue una insistencia pacífica y resuelta en los ideales que se encuentran en el centro de la fundación de los EE.UU.

A la teoría, bastante bien argumentada, de Samuel Huntington en su artículo "El choque de civilizaciones" se opone otra, todavía poco articulada, denominada "Alianza de Civilizaciones" que está ganando peso real con la puesta en escena del nuevo Presidente norteamericano Barack Obama. La popularidad planetaria de este Presidente nos hace confiar en que el mundo pueda cambiar a mejor. Sería el triunfo de lo que la enorme mayoría de los pueblos del mundo quieren: el diálogo entre contrarios, la tolerancia con los diferentes y, por tanto, la paz.

¿Veremos, por fin, que serán considerados buenos, no los de tal o cual ideología sino los que sean capaces de entenderse entre diferentes?