domingo, enero 31, 2010

Obama y Zapatero en la misma onda (hacia la derecha)

En El País-Negocios, acabo de leer un singular artículo, del economista y Premio Nobel 2008 Paul Krugman, titulado "La marcha de los pavos reales" sobre la situación política de Obama, particularmente en relación con el déficit público, que no puedo por menos que relacionar con lo que está pasando, también aquí y ahora, con Zapatero.
Es sabido que Krugman es un economista muy especializado en la manera de lidiar con las crisis económicas, como escribo en mi artículo (de 20/02/2009) "La economía de la depresión" y, muy particularmente, con la actual que es, claramente, una crisis de demanda. Y, en este caso, como en la depresión del 29, la salida de la crisis requiere políticas "keynesianas", es decir de fuerte gasto público, incluso a costa de un importante déficit de las cuentas del Estado. Es lo que han hecho los diferentes países desarrollados, de América, Asia y Europa, aunque de forma insuficiente a juicio del propio Krugman. Son políticas fuertemente contestadas por la derecha neo-liberal que, como en nuestro país, proponen importantes reducciones de impuestos y del gasto público. En los EE.UU. son los llamados halcones del déficit, que piden la reducción de todos los capítulos de gasto (especialmente del gasto social) a excepción (¡asómbrense!) de los enormes gastos de defensa en Irak o Afganistán. Pero los que alguien, en EE.UU., ha llamado los "vistosos pavos reales" no son esos burdos halcones sino otros más finos, pero que tratan de ofrecer una política parecida basada en trucos presupuestarios que, en esencia, consisten también en recortar gastos discrecionales (excepto los de defensa), con el fin de reducir un déficit que ya les parece excesivo. Estos pavos reales influyen claramente en los asesores de Obama de forma que los próximos presupuestos tienen ya componentes muy importantes de recortes en el gasto público. Y lo mismo está ocurriendo con los asesores de Zapatero (o de Elena Salgado), en este caso sospecho que impulsados por lo que han oído en el Foro de Davos, donde se ha desencadenado un furibundo ataque a Grecia, Islandia, Portugal, Irlanda y España por el súbito incremento del déficit público. El profesor de la Universidad de New York, Nouriel Roubini, ha dicho que España representa "una amenaza para la cohesión de la zona euro". ¿Es esto razonable? No, no lo es. Este supuesto "guru" se contradice claramente cuando dice que se deben "bajar impuestos" y también que "hay que impulsar la inversión productiva para compensar la caída del consumo y de la construcción". Pero ¿quien puede hacer eso de una manera efectiva, en una crisis de demanda? Como dice Krugman son los proyectos de gasto público, la política keynesiana, lo que puede impulsar la inversión productiva, no solo pública sino también privada: los estímulos para proyectos municipales, las ayudas a la rehabilitación de viviendas, los proyectos de infraestructuras... Inversiones que, en principio, supondrán más déficit pero que acabarán generando empleo. ¿Es insoportable ese mayor déficit? No para España que tiene una deuda pública de las más bajas de Europa (probablemente, no mucho más del 50% del PIB para 2010). ¿Porqué Roubini no menciona Italia o Bélgica que ya tienen una deuda pública de más del 100% del PIB? ¿Es quizás Berlusconi de su cuerda política o bien, como es un potente empresario de medios de comunicación, tiene cierta bula? Ahora bien, no hay duda de que las intemperancias de ese sujeto, y otros anglosajones del foro, aunque ligeramente contestadas por Zapatero, hacen mella en los mercados y nuestros dirigentes económicos se han visto tocados y, aunque no lo reconozcan, han querido lanzar un mensaje de responsabilidad y seriedad a esos mercados: ¡vamos a reducir el déficit y a tomar medidas impopulares para asegurar el futuro! Así pues, lamentablemente, tanto Zapatero como Obama han sido receptivos a los cantos de sirena de la derecha y han optado por contemporizar. Algo que lejos de atenuar los virulentos ataques, que ambos reciben por su derecha, no hacen, por el contrario, sino incrementar esos irresponsables ataques, vista su debilidad para sostener una posición claramente contraria a las políticas neo-liberales. Todo lo cual, restará apoyos al Gobierno (el de Obama o el de Zapatero) por parte de sus verdaderos sostenedores: las clases más desfavorecidas, los trabajadores y sus sindicatos. ¡Doble ventaja para la oposición conservadora!

La reciente propuesta del Gobierno de la extensión de 2 años de la edad de jubilación, para su discusión en la Comisión del Pacto de Toledo, ha suscitado mucho debate. La derecha, que era favorable a la extensión de la edad de jubilación, ha puesto el grito en el cielo porque la propuesta se hace "mal y tarde". Rajoy dixit: "la generación de empleo «para hoy y el futuro» es la mejor medida para «garantizar el cobro de las pensiones» que se mantienen «porque hay gente que está cotizando» a la Seguridad Social" ¡Vaya descubrimiento! La cuestión es cómo hacer que se genere más empleo y de calidad. ¡No más burbujas especulativas, por favor! Y más cooperar en el Pacto educativo, que es la verdadera base para un modelo productivo del futuro.

Yo no soy de los que opinan que no hay que tocar la edad de jubilación. Dado que, cada vez hay más personas que están en buenas condiciones de salud pasados los 70 años, me parece razonable la extensión (no obligatoria) de la vida laboral para la mayoría de los trabajadores. Ahora bien, con la condición de que se tenga en cuenta el tipo de puesto de trabajo que se desempeña y, también, la flexibilidad para elegir el momento de la jubilación. Los puestos de trabajo duros, como el de un minero o un peón de la construcción, deberían poder jubilarse incluso a los 60 años o menos y cualquier trabajador, en especial los profesionales, deberían poder elegir seguir trabajando hasta, incluso, pasados los 70 años si así lo quieren trabajador y empleador. Ahora bien, el verdadero regulador de las pensiones debería depender de una contratación, adecuadamente regulada, de inmigrantes. Y no solo de personal no cualificado, sino también del personal cualificado para empleos en que exista déficit o resulten demasiado caros. Por ejemplo, personal sanitario o controladores aéreos.

Dicho esto, también hay que considerar las opiniones de quienes defienden no retrasar la edad real de jubilación, como dice el Profesor Vicenç Navarro, en varios artículos que se pueden leer aquí.

viernes, enero 29, 2010

Dibujos infantiles de guerra

Este spot lo hago para mantener un registro de un extraordinario documental que emitió la 2 de RTVE, el 28 de Enero. Se trata de una recopilación de dibujos realizados por niños españoles a comienzos de nuestra guerra civil, recogidos en el Documental: La guerra dibujada.

El documental dura casi una hora y vale la pena verlo.

miércoles, enero 27, 2010

Intermediarios

El PIB per cápita no me parece el mejor índice para considerar que un país ha salido, de verdad, del subdesarrollo. El verdadero índice (si existiese) sería uno capaz de medir la simplicidad y racionalidad de las transacciones de todo tipo, la facilidad de las gestiones con la administración y una intermediación reducida a lo estrictamente necesario. Y, en ese caso, España aparecería como uno de los países más "subdesarrollados", dentro los que tienen un alto PIB per cápita.

El mercado inmobiliario, en los años del boom, supuso una enorme inflación de la intermediación que yo pude comprobar cuando vendí mi casa de Fuengirola. Durante los 6 meses que estuvo a la venta, las visitas de agencias inmobiliarias fueron muchas más que las de clientes verdaderamente interesados. Más de 20 agencias distintas querían encargarse de la venta y ninguna ofrecía un verdadero servicio al posible comprador. No tenían ningún interés por tener planos de la casa ni por los posibles problemas que el cliente comprador podría encontrar. Y, después, vendría la consiguiente intermediación de notario, registrador y gestión de pagos de impuestos para el comprador. Plazo de la operación: más de 6 meses; coste: 5% para el agente inmobiliario y casi 10% para impuestos, Notaría y Registro.
Para otra vivienda, que compré posteriormente, observé que la propia oficina de la Notaría trataba de enviarme a una empresa gestora para pagar el impuesto del IVA. Y no era poca cosa el coste de la gestión, así que se me ocurrió hacerla yo directamente, en Hacienda de la Junta de Andalucía, aún pensando que tendría que esperar colas y días de demora hasta efectuar el pago. Mi sorpresa fue que lo hice en un par de horas en la misma mañana y sin ningún coste de gestión. Pero, naturalmente, en la oficina del Registro sí hubo mucha demora. Y sin el Registro, la compra del inmueble no está completada.

Por aquella época, mi cuñada finlandesa vendió su casa de Helsinki para comprar otra más adecuada. Los precios de mercado de la zona y del tipo de vivienda que se vende es público y, por tanto, no hay prácticamente margen para el regateo. Así que lo que se hace es anunciar la venta en la sección inmobiliaria del diario de más tirada de Helsinki estableciendo un día (domingo) para recibir las visitas de posibles compradores. En el primer día de visitas, se cerró el trato con un comprador y, al día siguiente, la operación completa se tramitó en el banco que acordaron vendedor y comprador. El banco se encarga de todos los trámites oficiales y los datos de la nueva propiedad quedan actualizados en tiempo real, en el acto de la compra-venta. No hay notarios ni registradores visibles. Costes: casi nulos (salvo impuestos que, para vivienda habitual, son más bajos que en España) y plazo total de la operación: no más de una semana. La diferencia con el caso español es abismal.

Y es que los criterios de intermediación, en países socialmente desarrollados, son del tipo que yo llamo "científico-técnicos", es decir criterios que atienden a lograr la mayor simplicidad y racionalidad posibles y, sobre todo, a facilitar los trámites a los usuarios. Tramites que, por tanto, son también más económicos y rápidos. En cambio, los de España (y probablemente de Italia y otros países del Sur de Europa) derivan de estructuras antiguas, casi medievales, y atienden a criterios del mayor beneficio para los personajes que detentan el poder en esas estructuras y no a las facilidades para los usuarios. Y se trata de un poder que llega al Parlamento. ¿Qué Gobierno sería capaz de sustituir el poder de la para-Administración (Notarios, Registradores y demás fauna) por sistemas administrativos basados en un control racional e informatizado, en tiempo real?

Pero lo que más llama la atención, en nuestro país, es la derivación hacia agentes privados de los aspectos de atención social de los que son responsables las Administraciones públicas, sean Estatales, de Comunidades Autónomas o Ayuntamientos. Esta derivación, con un bajo nivel de control, se da muy particularmente en el caso de la atención a dependientes cuya valoración se ha hecho por la Administración, pero cuya aplicación se pone en manos privadas, en ocasiones, sospechosas de obtener pingües beneficios y dando una atención inadecuada. A través de una inmigrante latinoamericana, que trabaja para una agencia privada contratada por el Ayuntº de Málaga, sabemos que está atendiendo a algunas personas de nivel económico alto y que la utilizan para temas muy alejados de la atención a la dependencia, como "limpiar la plata" y otros servicios domésticos propios de personas adineradas. Y también hemos sabido que si la persona atendida llama a la Agencia para decir que no necesita la asistencia durante unos días (por ausencia o viaje), dicha Agencia sigue cobrando lo mismo del Ayuntamiento pero, sin embargo, descuenta los días no trabajados a la asistenta. Además de que, al parecer, la Agencia cobra más del doble de lo que paga normalmente a sus trabajadores. Por algo utilizan inmigrantes que no les denuncian por miedo a represalias. Una vez más, la intermediación, el fraude y el abuso van de la mano, con un insuficiente control por parte de la Administración.

Para la mayoría de los ciudadanos, la intermediación tiene su más importante repercusión en los precios de la alimentación fresca. Cuando sabemos que, por ejemplo, los tomates y otras hortalizas presentan precios para el consumidor que son hasta 5 veces más que los cobrados por el productor, se puede sospechar que hay algo que no funciona bien. La solución debe venir por el fomento de la venta directa, que hoy es más fácil con la utilización de herramientas de Internet. Y ya se está haciendo, como era el caso del reportaje de Comando Actualidad de TVE1 sobre la venta directa de naranjas de la huerta valenciana. Este tipo de venta directa, además de suprimir la intermediación (excepto transporte), debería garantizar una calidad ecológica. Y hay muchos otros sitios que se pueden encontrar buscando en Google por "venta directa agricultor".

sábado, enero 16, 2010

Pacto por la Educación

Leo, en varios periódicos, que el Pacto por la Educación va a ser debatido por los distintos partidos en breve plazo. En principio, parece una buena noticia que la prensa recoge de diferentes maneras y, siempre, en torno a lo que los dos principales partidos piensan al respecto. Aquí tenemos algunos titulares y los enlaces a los correspondientes artículos:
El País: El PP insiste en vincular el Pacto al refuerzo de la enseñanza común en toda España.
ABC: El PP no enviará su Pacto educativo al Gobierno hasta presentarlo en sociedad.
Público: Gabilondo confía en alcanzar el Pacto educativo en Marzo.

Dado el bajo nivel de nuestro sistema educativo que da como resultado un 30% de fracaso escolar, un Pacto por la educación seguramente comportará mejoras sustanciales siempre que su contenido se dirija a elevar la calidad de la educación sin enzarzarse en inútiles debates del tipo de "hay que restablecer la asignatura de religión (católica)" o bien "hay que suprimir 'Educación para la ciudadanía' como asignatura, porque tiene un sesgo ideológico socialista", o bien "se precisan tantas horas de castellano a la semana" o si hay que distribuir o no ordenadores portátiles a los alumnos, cuestiones todas estas que no contribuyen a reducir radicalmente el fracaso escolar ni a mejorar sustancialmente la calidad de la enseñanza. Por el contrario, el Pacto debería incidir en las verdaderas causas de ese fracaso escolar y de la baja calidad de la enseñanza en nuestro país. Si se hace así, veríamos que lo realmente importante no son tanto los contenidos ni las horas dedicadas a las distintas asignaturas, sino cuestiones como la actitud de los padres y alumnos hacia los maestros, la vocación y la formación pedagógica de estos, la promoción del respeto de los alumnos hacia sus profesores y la adopción de métodos de enseñanza que despierten el interés de los niños por atender en las clases y por aprender con métodos que las hagan divertidas, no estresantes y que susciten el interés por aprender algo nuevo.

Para comprender como hacerlo, no hay mejor sistema que estudiar los modelos de las escuelas que logran los mejores resultados. Algunas pueden encontrarse en España si bien, en el ámbito de un país entero, lo mejor sería tomar ejemplo de aquellos países que, año tras año, están en cabeza de los informes PISA que se realizan, cada 3 años, con procedimientos contrastados en todo el mundo. Y si descartamos los países más alejados de nuestra cultura como Corea, China (Hong-Kong y Taiwan) o Japón, el país de la UE que aparece sistemáticamente en los primeros lugares (sobre todo en Ciencias y Lectura) es Finlandia del que podemos extraer, con facilidad, muchas enseñanzas ya que incluso dispone de algunas escuelas en nuestro propio país (p.ej. en Fuengirola).

Hace una semana, la TV andaluza (Canal Sur) emitió un excelente documental, de Reporteros, sobre la escuela finlandesa que se puede ver en "http://blogs.canalsur.es/losreporteros/" pulsando en el video "Finlandia: Educación" del 09/01/2010. Las principales enseñanzas que podemos sacar del documental es que la educación debe ser práctica y divertida, y no estresante. Cada 45 min. los niños salen al patio a jugar y no están 2 ó 3 horas encerrados y obligados a atender, cosa que no harán si están cansados o aburridos. En la escuela finlandesa, el respeto hacia el maestro es absoluto y las familias contribuyen a configurar ese respeto. Claro que la carrera de magisterio es una de las mejores consideradas en Finlandia. Los futuros maestros pasan filtros muy exigentes para ingresar en las Escuelas de Magisterio, de nivel universitario, donde estudian los métodos pedagógicos más avanzados incluidos el arte y la música, durante 5 años. La vocación por la enseñanza y el prestigio social son la principales motivaciones de los aspirantes, ya que su futuro salario no será muy alto para los estándares de Finlandia. En cambio, tendrán oportunidades de ampliar su formación y de tener un año sabático.

La enseñanza de idiomas es excelente, de forma que siempre hay clases bilingües en el idioma que los padres elijan: inglés, sueco, español, francés, .... En el video podemos ver algunas clases de bilingüismo en español. Por otra parte, los niños finlandeses empiezan el aprendizaje de lectura y escritura a los 7 años, y no antes como en España. Hacerlo antes no parece que sea lo más conveniente, salvo que el niño tenga tanto interés que aprenda preguntando a los padres a los que, seguramente, verá leyendo frecuentemente libros o periódicos, puesto que Finlandia es el país del mundo que más libros y periódicos edita, per cápita. Y es un país que erradicó el analfabetismo hace más de 100 años.

Otro elemento de la máxima importancia para erradicar el fracaso escolar es el apoyo a los alumnos más retrasados. Estos reciben clases especiales y los profesores se dedican con especial énfasis a lograr que se incorporen al ritmo de los demás, a los que también se estimula para que ayuden a los que tienen más dificultades; a veces por tener procedencia extranjera, como se puede ver en el documental. Todo ello resulta en no más de un 1% de fracaso escolar, al término de la enseñanza obligatoria. El número de alumnos repetidores es prácticamente nulo. Si en una clase hay suspensos, quienes resultarían sospechosos de haberlo hecho mal son los profesores y no tanto los alumnos.

En el informe PISA 2006, se puede ver que Finlandia se destaca mucho, de los demás países, en Ciencias que es el principal área temática del último informe (2006). En el artículo de este Blog (Dic.2007) titulado "A vueltas con la educación" hay un análisis de dicho informe. Actualmente se está desarrollando el informe de 2009, cuyas evaluaciones se centran principalmente en la Lectura y la comprensión lectora. Probablemente esté disponible a mediados de este año 2010. Entonces veremos si nuestro país ha retrocedido o ha avanzado algo y en qué aspectos. Y si se han sacado conclusiones útiles para un gran Pacto por la Educación en España, y si los partidos políticos están a la altura de lo que hay que exigirles en lo que supone el principal reto de un país: una educación pública de la mejor calidad. Y digo pública, no porque considere que hay que abandonar la educación privada, sino porque solo podremos tener una auténtica igualdad de oportunidades si el Estado se ocupa, prioritariamente, de que la enseñanza pública sea la mejor posible. En Finlandia, el Estado garantiza la gratuidad de toda la enseñanza, pública y privada, y son los padres quienes eligen si quieren un centro u otro. Pero resulta que el 80% de la enseñanza es pública, porque esta es tan buena que la mayoría de las familias eligen la escuela pública más cercana a su domicilio, a pesar de que también el transporte escolar es gratuito, como lo es la enseñanza y los libros y otro material escolar, tanto de la pública como de la privada. Los padres tienen la libertad de elegir, pero el Estado tiene la obligación de garantizar que la enseñanza pública sea de tanta o más calidad que cualquier otra.

domingo, enero 10, 2010

El sistema de Salud en España

En nuestro país, hay una percepción bastante generalizada de que nuestro sistema de salud público es uno de los mejores de Europa y, quizás, de todo el mundo. Esta percepción, a mi parecer errónea, está basada en algunos datos objetivos ciertos pero no totalmente concluyentes.

En primer lugar, las personas mayores recuerdan la desastrosa situación sanitaria durante el franquismo, y hasta bien avanzada la transición democrática. En los años 70 todavía había muchos pueblos de más de 10.000 habitantes sin un ambulatorio o centro de salud público. Por ejemplo, un pueblo tan próspero como Mora de Toledo, repleto de bares y oficinas bancarias, no tenía un centro de salud. La gente dependía de igualas con médicos privados o de experimentados curanderos. Para casos importantes era necesario acudir a un hospital de Toledo y el hacinamiento y las colas eran enormes. En Andalucía, donde vivo, la atención sanitaria, para la mayoría, era entonces todavía peor. De ahí que muchos ciudadanos, principalmente de las clases populares, califiquen la situación de hoy, comparada con la de entonces, como muy buena. Aunque diste mucho de serlo.

En segundo lugar está la esperanza de vida de los ciudadanos españoles, una de las más altas del mundo después de Japón y HongKong. Los datos del PNUD, para 2005, daban 82,3 años de esperanza de vida en Japón y, en Europa, de 81,5 para Islandia y 80,5 para Suecia y España. Los demás países europeos presentan esperanzas de vida algo inferiores, pero casi siempre superiores a la de los EE.UU que es de 78 años. Ahora bien, la esperanza de vida no viene determinada totalmente por la calidad del sistema de Salud, sino más bien por la alimentación y el estilo de vida. Es posible que, en el futuro, la esperanza de vida en España disminuya algo, dada la tendencia a la alimentación "basura" y a la obesidad de los niños y de los jóvenes de ahora, así como al creciente "stress" del estilo de vida moderna.

Y, en tercer lugar está la gran difusión que los medios de comunicación dan a éxitos específicos de la medicina española como son los trasplantes, en los que somos un país puntero dada la alta tasa de donación de organos en España (quizás, la más alta del mundo), lo que incrementa la percepción de que tenemos un sistema de salud de primera división.

Sin embargo, no todo el monte es orégano. Hay muchas deficiencias en la atención sanitaria española si la comparamos con los países punteros de Europa. Las fuentes de información que he utilizado provienen de experiencias propias y otras de informaciones ajenas. Veamos algunas de las deficiencias detectadas:
  • La principal deficiencia es la baja atención al usuario, por parte de los médicos de atención primaria, a causa principalmente del poco tiempo asignado para cada usuario. En el caso de mi centro de salud de Málaga es, ahora, de 5 minutos (anteriormente menos). Lo normal en algunos países que conozco es de 15 ó 20 minutos. Solo con suficiente tiempo es posible escuchar con atención al paciente y aconsejarle debidamente, sin tener que acudir al fácil recurso de la receta farmaceútica, que observamos que se da con frecuencia, incluso accediendo a las pretensiones del usuario, sin un verdadero análisis de las necesidades reales. De ahí que el porcentaje de gasto farmaceútico sobre el total del coste de la medicina pública es casi el doble del que presentan otros países.
  • La baja atención indicada viene agravada por el hecho de que una gran parte de los médicos del sistema público trabajan también para el privado, donde extreman su atención y amabilidad, utilizando el sistema público principalmente para expedir recetas, que se han prescrito en consultas privadas con el fin de que resulten más baratas a los usuarios.
  • Las facilidades para conseguir recetas farmaceúticas contrasta con las dificultades para ser tratado por un especialista o para conseguir determinados análisis. En muchos casos, la consulta al especialista conlleva esperar una cola que se demora muchos meses.
  • La baja atención médica contrasta con la mejor y más amable atención del personal de enfermería (especialmente el personal femenino) que, sin embargo, está subutilizado en relación con otros países en los que desarrollan algunas competencias que, en España, se asignan exclusivamente a los médicos (Ver artículo de V. Navarro "El copago sanitario").
  • Si bien en los procesos más tecnificados, como los de cirujía o los transplantes, la actuación médica podría calificarse de profesionalmente excelente, para la mayoría de los casos, las actuaciones que tienen connotaciones sociales o de atención comunitaria, como son los de las enfermedades mentales o las que requieren una atención domiciliaria, dejan mucho que desear. En el caso de los enfermos mentales graves, el personal dedicado (psiquiátras, psicólogos, enfermería, monitores, etc.) es de 3 a 5 veces inferior a lo que es normal en los países que prestan más atención a estos problemas (países nórdicos y otros de Europa y Australia).
Hay que decir que nuestro sistema público coexiste con el privado, de forma que no hay más de un 60% de la población que utilice únicamente el público (excepto en el caso de servicios de dentista) con un 40% que utiliza preferentemente la asistencia privada, dejando la pública para los casos de mayor riesgo o de más coste, así como para el gasto farmaceútico. Es decir, se utiliza el sistema público cuando conviene. Esto es inevitable, pero sí se podría conseguir que, poco a poco, los médicos del sistema público lo sean a tiempo completo, con incompatibilidad de dedicación al sistema privado. Por tanto, las reformas para mejorar el sistema público, que es imprescindible para la mayor parte de la población, debería contemplar los siguientes puntos:
  1. Incrementar el número de médicos jóvenes, a plena dedicación al sistema público, de forma que se llegase a una atención primaria de un mínimo de 10-15 minutos por usuario.
  2. Campañas formativas sobre el riesgo que supone el abuso de los fármacos lo que, por otra parte, se puede conocer con la mera lectura de los prospectos que acompañan a los mismos, de forma que los usuarios sean más receptivos a tratamientos basados en recomendaciones de hábitos de vida: alimentación sana, eliminación de tóxicos (alcohol, tabaco, drogas...), realización de ejercicios (andar, nadar, actividades relajantes,etc.).
  3. Mayor impulso a un tipo de medicina preventiva que promueva la salud y evite futuras enfermedades. A lo que contribuiría la introducción de más medicina alternativa en el sistema de salud. Actualmente ya se hace en algunas Comunidades con la acupuntura o la homeopatía. Se podrían introducir otras como la quiropráctica, los masajes y las técnicas de relajación o de TaiChí.
En cuanto a la financiación del sistema público, en 2005, el gasto público en la sanidad española era de los más bajos de los países europeos más desarrollados: 5,7% PIB de España, frente a 8,2% de Francia y Alemania, 7,8% Austria, 7,7% Suecia, 7,1% Dinamarca, 7% Reino Unido, etc. solo Grecia (4,2%) y los países recientemente incorporados a la UE tienen un gasto público menor. Lo que significa que el esfuerzo financiero por via de impuestos, tendría que aumentar para acercarnos al gasto europeo medio. No obstante, en mi opinión, debería hacerse también un esfuerzo directo por medio de la ampliación del copago de algunos conceptos, excepto para los ciudadanos de baja renta y los servicios dentales preventivos para niños, con el fin de compensar el gran incremento de la plantilla de personal sanitario que se precisa para tener un sistema público que realmente esté entre los mejores del mundo.

Acabo de leer que los españoles consumieron 23 millones de cajas de antidepresivos en 2007. Un claro ejemplo de la utilización abusiva de fármacos para resolver problemas que, en su mayor parte, requieren otro tipo de tratamiento para el que faltan profesionales en el sistema público: los psicólogos. Y una experiencia reciente me ha demostrado la falta de atención al usuario fuera de los límites de un Centro de Salud: una persona de edad acude, un sábado, a Urgencias con una fractura de peroné. Para salir del Centro, con la pierna escayolada y en un día lluvioso, todo lo que el sistema ofrece es hacer una llamada para un taxi; no se le suministran muletas o una silla de ruedas (para devolver más adelante), con lo que se las tiene que arreglar con la ayuda manual de un familiar para acceder a su casa.

Para conseguir un sistema de Salud, público, que se pueda considerar excelente, no solo hay que incrementar el personal sanitario sino, también, formar a este personal en el sentido de que sea capaz de ponerse en lugar del usuario para conocer, y resolver bien, sus problemas. No solo los puramente médicos sino también los sociales relacionados con la salud.