domingo, febrero 27, 2011

Notas de un observador. 11/10

Algunos filósofos piensan que la observación más decisiva que puede hacer un ser humano es la observación de sí mismo. Es decir, la introspección. Una observación de los estados mentales y emocionales y la toma de conciencia de las reacciones que suscita, en uno mismo, la exposición a la realidad cotidiana, a las relaciones sociales, a los deseos y a las emociones.

La auto-observación nos ayuda a conocer cuales son nuestros condicionamientos, apegos o dependencias de los demás. Y, por tanto, a liberarnos de esas dependencias y de opiniones, creencias y prejuicios de todo tipo. A acercarnos a la realidad objetiva y a la verdad, si esto fuese posible. Y, por tanto, también a ser más felices. No es posible felicidad alguna, si esta depende de algo externo a nosotros, si depende de poseer esto o lo otro, de que otros nos quieran o no, de que tengamos éxito en nuestra vida, de que se confirmen nuestras creencias u opiniones.

En el mundo actual, estamos adormecidos por un cúmulo de estímulos que nos llega de todas partes: prensa, TV, Internet, móviles, relaciones superficiales, celebraciones inútiles... cuando lo único que necesitamos es tiempo disponible para vivir la vida, gozar de la naturaleza y para aprender algo nuevo. Pero perdemos la mayor parte de nuestro tiempo en esforzarnos por responder a estímulos externos sin sentido alguno.

Lao-Tse decía:
Actúa sin actuar (practica la no-acción)
ocúpate en no ocuparte de nada
saborea lo que no tiene sabor,
cuando se tiene todo por fácil, por fuerza se encuentra todo difícil
De ahí que el sabio tenga todo por difícil,
y así nunca tropieza con dificultades

Es cierto que casi todo lo que estoy diciendo es, sobre todo, válido para los que somos viejos y retirados de la vida productiva. Pero si echo la vista atrás, me doy cuenta de que -en mi vida profesional- he perdido una enorme cantidad de tiempo en tratar de responder a estímulos externos, más bien inútiles, y no a mi capacidad de innovar y crear algo nuevo. Cuando he escuchado a mi interior profundo es, quizás, cuando he realizado algo que puede haber valido la pena.

En todo caso, ahora no necesito ser productivo y sí, en cambio, vivir los pocos años que me quedan con más intensidad y creatividad. Y, para eso, me ayudará la introspección con el objetivo de desembarazarme de los condicionamientos del ego entre los que figuran, muy singularmente, las dependencias externas y el contentar a los demás.


lunes, febrero 14, 2011

Notas de un observador. 11/9

Han pasado ya 34 años desde el inicio de la transición democrática en España. Si comparamos la situación de entonces con la de ahora, no hay duda de que se ha avanzado bastante en muchos campos, si bien todavía quedan muchos residuos de aquella España ignorante y cutre, dominada por el Nacional-Catolicismo, que muchos de nuestros conservadores se empeñan en querer hacer resurgir, a partir del dominio que mantienen sobre una gran parte de los medios de comunicación. Si alguien lo duda, le recomiendo que se dé un repaso al Ojo Izquierdo (catavenenos) en donde, casi todos los días, se recogen muestras de las excentricidades (por poner un término suave) que estos medios vierten sobre el sufrido lector.

Ahora bien, si hay algo donde el avance de nuestro país ha sido espectacular es, sin lugar a dudas, el deporte. Los medalleros de los Juegos Olímpicos dan una idea de lo que era el deporte español en el franquismo y después. Desde los años 40 a los 70, lo normal era no obtener medallas o conseguir una o dos, generalmente en equitación o pistola y por militares. En 1976 (Montreal) ya se obtienen 2 platas en piragüismo y vela. A partir de 1980 (Moscú) se empiezan a obtener de 4 a 6 medallas con algún oro, hasta que en los Juegos de Barcelona (1992) se consigue el máximo medallero: 22 medallas, con 13 oros. En los últimos juegos (Pekin) se obtienen 18 medallas con 5 oros. Un cambio notable, respecto al franquismo. Además, hoy existe un buen nivel en casi todos los deportes, incluidos los de motor, y en fútbol se acaba de lograr el campeonato mundial. Y, también en fútbol, podemos presumir de liderazgo empresarial con los dos clubes más ricos de Europa: el Real Madrid y el Barcelona F.C. ¿Que Uds. preferirían presumir de empresas punteras en innovación y desarrollo tecnológico? No seamos abusones, no se puede tener de todo. Sobre todo, cuando echamos un vistazo al desolador panorama educativo y universitario de nuestro país.

El País de hoy, publica un interesante artículo del rector de la Universidad Carlos III de Madrid, Daniel Peña (antiguo compañero en la Escuela de Organización Industrial), titulado "La calidad de las Universidades y los milagros" donde da algunas cifras comparativas que muestran cómo los Presupuestos de nuestras Universidades tienen una posición económica radicalmente distinta a la que observamos en nuestros clubes punteros de fútbol. Estos están a la cabeza de Europa y nuestras Universidades a la cola. Veamos algunas cifras:

Desde luego, nunca nos compararíamos con las grandes Universidades americanas (Harvard, MIT o Princeton) con presupuestos de 150.000 euros por estudiante, ni tampoco con las grandes de Europa, como Oxford y Cambridge con presupuestos de 50.000 euros, pero sí con otras europeas que rondan los 20.000 euros por estudiante o bien con las de países emergentes como Brasil, Corea o China con unos 25.000 euros. Pero es que nuestras Universidades no cuentan ni con una media de 10.000 euros por estudiante y año. Algunas, ni con la mitad.

¿Qué clase de enfermedad mental afecta a nuestra sociedad para que nuestro máximo interés y recursos económicos vayan a parar, prioritariamente, a los equipos de fútbol y mucho menos a nuestras Universidades y sistema educativo? No es extraño que nuestros jóvenes más preparados acaben emigrando a otros países. Afortunadamente para ellos y, probablemente más adelante, también para nuestro país.


sábado, febrero 12, 2011

Notas de un observador. 11/8

Hoy he visto el film "O Brother!" de los hermanos Coen, en un DVD distribuido con el diario Público. Como todas las pelis de los Coen, tiene sentido del humor y una considerable dosis de personalidad creativa. Pero lo que me ha resultado más agradable en este film, ha sido la banda sonora con excelentes canciones y música country americana que me ha recordado viejos tiempos: los discos de vinilo de Woody Guthrie, Pete Seeger y otros, por regla general músicos antifascistas y luchadores por los derechos de los trabajadores y del pueblo llano. En los años 60 y 70 los pusimos una y otra vez hasta que acabaron rayados en la basura. Me volvieron las ganas de oírlos de nuevo y me dispuse a buscarlos (digitalizados, claro está) en alguna buena tienda de discos. Mi santa me cortó el entusiasmo: ¡Seguro que ya no se encuentra esa música de cuando eramos jóvenes. Ahora ya somos unos vejestorios! De todas formas lo intentaré.

Me fui a Fnac-Málaga, que tiene una enorme sección de discos y me ocurrió algo extraordinario: me dirigí a un puesto donde un joven dependiente estaba junto al ordenador en el que se buscan los discos. Había gran cantidad de discos amontonados en el puesto y, cuando me aprestaba a preguntar si tenían algo de Woody Guthrie, veo que delante de mis narices, en lo alto del montón de discos, estaba un álbum compacto de 3 discos de ¡Woody Guthrie! Después, el dependiente me busco una Antología del country por Pete Seegers. Así que no tardé ni 10 minutos en hacerme con 6 discos de country por mis interpretes favoritos. ¡Y todo por menos de 20 euros! Ya tenemos música country para escuchar durante unos cuantos meses.

He buscado en You Tube algún vídeo de Pete Seeger. No hay mucho, pero inserto aquí una muestra de canciones al banjo y a la guitarra:





miércoles, febrero 09, 2011

Notas de un observador. 11/7

Como dije en las Notas 11/3, estoy empezando a desarrollar una nueva actividad: el dibujo callejero o de USK (Urban sketchers). En el blog español, Urban Sketchers Spain, se define como Reto, para este mes de Febrero, el tema "pobreza y gentes sin casa". He salido a la calle en busca de algunos casos, pero no he encontrado ninguno que presente verdadero interés para un dibujo. En cambio, en domingo, hay muchos casos de personas o grupos que piden unas monedas dando a cambio algo interesante para el público: personajes-estatuas (algunos muy creativos y bien realizados), payasos que juegan con globos o grandes balones y divierten a los niños y, finalmente, algunos buenísimos grupos musicales (generalmente eslavos) que recogen el entusiasta aplauso del público y bastante dinero. Dinero ganado muy dignamente. De un trío de cuerda, saqué un buen número de apuntes a lápiz y, después, hice el siguiente dibujo en casa:



Como soy novato, ignoro si está permitido esta forma de realizar un sketch; o sea, hacer apuntes y luego, tranquilamente elaborar, la composición de un dibujo incluyendo algunos colores. Quizás, esta forma de trabajar no sea válida y un verdadero "urban sketch" deba realizarse íntegramente en la calle y en directo. Lo consultaré.

NOTA: Como en otras ocasiones en que he insertado algún gráfico o imágen, pulsando sobre el mismo, se puede ver en mayor tamaño y volver al post pulsando la flecha atrás del navegador.


jueves, febrero 03, 2011

Notas de un observador. 11/6

Por regla general, los nuevos jubilados tienen la idea de que les va a sobrar tiempo para hacer todo aquello que les gusta y no han podido hacer por falta de tiempo. Si se trata de personas con curiosidad y ganas de desarrollar sus aficiones, pronto se darán cuenta que el tiempo disponible no es suficiente y que vuelven a caer en el estrés que genera el exceso de actividades y la limitación del tiempo disponible.

Cuando se avanza en edad, esta situación de estrés, y la sensación de no tener tiempo para todo, va aumentando de año en año. Y esto ocurre por dos razones:

a) La edad avanzada supone un enlentecimiento de nuestra agilidad mental y física, lo que se refleja en la necesidad de dedicar más tiempo para una misma tarea. Por ejemplo, trabajar con el ordenador puede suponer el doble de tiempo, dedicado a una tarea, que cuando se era jóven.

b) De día en día va aumentando el tiempo dedicado a actividades poco gratificantes, como ver películas o series de TV de bajo interés, o abrir envíos de correo electrónico cada vez más pesados, por la creciente tendencia de muchas personas a compartir videos o presentaciones que son interesantes o espectaculares, pero que consumen demasiado tiempo.

Por lo tanto, si uno quiere dar prioridad a las aficiones más gratificantes (en mi caso: tai-chi, urban sketching y caligrafía chino-japonesa o sho-do) no hay más remedio que suprimir o reducir otras actividades fuertemente consumidoras de tiempo: en TV, prensa diaria, intercambio de e-mails, etc.

Habrá que observar y cuantificar las actividades donde uno dedica su tiempo y darles un valor. Al igual que tratamos de maximizar la relación calidad/precio, en las compras, en el caso de las actividades diarias habrá que intentar maximizar el valor-disfrute/tiempo dedicado. No importaría dedicar mucho tiempo a algo que, para uno, suponga un gran disfrute pero no interesa nada dedicarlo, aunque sea poco, a actividades nada gratificantes. Y esto, cada año que pasa será más importante ya que, cuando se ha superado la edad de esperanza de vida del hombre en España (como es mi caso), los años de vida sana que a uno le quedan se reducen dramáticamente.