jueves, marzo 31, 2011

Notas de un observador. 11/14

Bartleby es un curioso personaje de un relato de Herman Melville quien le sitúa, trabajando de copista, en una oficina de títulos de propiedad en Wall Street. Bartleby realiza su trabajo con gran pulcritud y productividad, pero cuando el jefe le pide que revise unos documentos con él o le encarga otro trabajo o bien le pide que cuente algo sobre él, este le contesta invariablemente: "preferiría no hacerlo" (I would prefer no to). Es lo que Enrique Vila Matas, en su relato titulado "Bartleby y Compañía", llama la pulsión por el NO que Vila-Matas extiende a la literatura descubriendo a los autores que han decidido no escribir o escribir en muy pequeña medida, y a los que Vila-Matas designa como los "bartlebys". Entre otros, algunos autores de culto de la literatura universal: Rimbaud, Juan Rulfo, Salinger, Juan Ramón Jiménez (al morir Zenobia) y el propio Melville. Incluso, entre los clásicos griegos, encontramos a personajes como Sócrates que, por no haber escrito una sola línea y por su carácter delirante y alucinado, podría encuadrarse muy bien entre los que Vila-Matas ha designado como Bartlebys.

En "Bartleby y Compañía", Vila-Matas hace un repaso apasionante sobre literatura en el que aparecen divertidas anécdotas sobre muchos escritores, en torno a esa pulsión de negatividad y rechazo. El libro está escrito con Notas a pié de página que comentan textos inexistentes o invisibles. Se trata de un libro sugerente y extraordinariamente original que merece la pena de ser leído por todos aquellos lectores realmente interesados por la auténtica literatura.

La referencia a Juan Rulfo, el autor de "Pedro Páramo", es sencillamente deliciosa: ¿Que porqué no escribo? -se le oyó decir a Juan Rulfo en Caracas, en 1974-. Pues porque se me murió el tío Celerino, que era el que me contaba las historias. Siempre andaba platicando conmigo. Pero era muy mentiroso. Todo lo que me contaba eran puras mentiras, y entonces, naturalmente, lo que escribí eran puras mentiras.

En el libro de Vila-Matas hay referencias curiosas o divertidas, que no sabemos si son ciertas o inventadas, a un buen número de escritores, filósofos o artistas, como Gombrowicz, Stendhal, Rimbaud, Pedro Garfias, Marcel Duchamp, Franz Kafka, Camus, Salinger y otros. Y Vila-Matas afirma que "sólo de la pulsión negativa, solo del laberinto del NO puede surgir la escritura por venir".

No estoy seguro de que esto sea cierto pero, en todo caso, vale la pena leer este fascinante librito que se titula Bartleby y Compañía. Y, al parecer, eso mismo piensan las empresas editoriales de todo el mundo, ya que este libro ha sido traducido a 26 idiomas, curiosamente el mismo número de idiomas a los que se tradujo el Pedro Páramo de Juan Rulfo.

domingo, marzo 27, 2011

Notas de un observador. 11/13

Impresiona ver la foto de la reunión del Gobierno con los 41 grandes empresarios de nuestro país en que solo aparece una mujer quien, además, es presidenta de Hispasat, una empresa pública.


Está claro que el poder económico es netamente masculino. Los esfuerzos para dotar de alguna igualdad al poder político, con la paridad en el Gobierno, no parece que tenga el menor efecto en el ámbito de la gran empresa. A este hecho ya nos referíamos en el anterior post 11/12, así como a la ventaja que las mujeres muestran en el ámbito de la escuela y de la Universidad.

Pero, curiosamente, en nuestro país hay "ilustres" mujeres que no les importa tanto el que las mujeres, siendo mejores en el ámbito educativo, no tengan más oportunidades para ocupar puestos de poder, sino, por el contrario, les preocupa el que los chicos se sientan tan relegados por el feminismo que acaban teniendo mucha mayor tasa de fracaso escolar que las chicas. Vean lo que dice Cristina López Schlichting, en La Razón, sobre este asunto:
Hemos pasado de la represión de la mujer al escarnio del varón. Uno de cada tres alumnos entre 18 y 24 años fracasa en España en los estudios -más del doble que la media europea- y los chicos claudican un 57 por ciento más que las chicas. España, aislada con el franquismo, ha vivido el choque de golpe desde 1975 y con el zapaterismo ha elevado a dogma el endiosamiento femenino. Nuestros hijos varones crecen en un ambiente que les hace lamentar su sexo. Quizá sea el momento de una reflexión”.
Y, desde luego, es momento para la reflexión. En primer lugar, la de proporcionar un mayor refuerzo educativo para los retrasados en la escuela, sean chicos o chicas, pero también sobre cuales son las razones por las que las mujeres, con mejores cualificaciones que los hombres, no puedan acceder a los puestos altos de la empresa, con la misma facilidad que ellos. No parece que aquí opere ningún "endiosamiento femenino" y mucho menos que sea "elevado a dogma por el zapaterismo" (¡que extrañas afirmaciones suele emplear la derecha mediática!). Quizás, esa reflexión nos lleve a la conclusión de que la igualdad requiere, todavía, cambios profundos en la propia mentalidad de muchas mujeres y muchos hombres sobre el reparto familiar de las tareas y sobre la implementación de facilidades que liberen a la mujer de una parte de esas tareas caseras, con ayudas externas y la universalización de la educación infantil.

Unos cambios que pueden tardar varias generaciones en completarse, pero que pueden dar lugar a un mundo nuevo basado en la cooperación y no en los enfrentamientos armados. Porque la mujer tiene más sentido de protección y de relación humanas que los hombres. Suele ser más abierta al diálogo entre personas.


sábado, marzo 12, 2011

Notas de un observador. 11/12

El 8 de Marzo pasado se celebró el Día Internacional de la Mujer en el que se pusieron de relieve las desigualdades de trato, entre hombres y mujeres, que persisten especialmente en el ámbito empresarial: en los salarios y, más específicamente, en el porcentaje de mujeres en la alta dirección de las empresas. En la UE27, ese porcentaje es de tan solo el 12%; Suecia y Finlandia son los países con mayor presencia de mujeres ejecutivas, con un 26%.

Las diferencias son más significativas si observamos que, en la proporción de graduados universitarios, la mujer es abrumadoramente mayoritaria: 60% en la UE27 (en España 58%). Y si ya hay un mayor porcentaje de mujeres universitarias, cabe preguntarse: ¿porqué esto no se traduce en una mayor proporción de mujeres en otras instancias? Hay muchas razones de orden social para explicarlo pero, en lo que se refiere a los puestos ejecutivos o de alta dirección, la mejor explicación es la de que se trata de puestos de poder y el poder es, en casi todas las sociedades existentes, esencialmente masculino. Hay, desde luego, muchos casos en los que el poder político está bastante repartido entre hombres y mujeres, incluso con la Presidencia de una mujer (Finlandia, Islandia, Alemania ...), pero esto es así porque el poder político no es el auténtico poder, sino un poder subordinado al Capital financiero y empresarial, como hemos podido comprobar, recientemente, en el caso de España y otros países (los PIGS).

En relación con la "igualdad" entre hombres y mujeres, hace algunos años, había una corriente ideológica que negaba las diferencias entre mujeres y hombres (salvo la biológica-sexual) y achacaba las diferencias a una sociedad que, en la infancia, asignaba papeles diferentes a niños y niñas formando a unos y otras para ejercer diferentes roles en la sociedad. Pero esto no es completamente cierto. Hay muchos indicios de que las mujeres son diferentes de los hombres, no solo por sus atributos sexuales, sino por su sistema cerebral, hormonal y, por consiguiente, su proyección social y emocional. Y hay que reconocer que, en casi todos los aspectos, la mujer se revela como superior al hombre. Además de obtener mejores resultados académicos, en la mayoría de las disciplinas (no tanto en las más tecnológicas, como escribía en mi post de Informática y mujeres), en el trabajo son capaces de simultanear tareas como hablar y escribir al mismo tiempo, algo imposible para la mayoría de los hombres. Y que sean capaces de trabajar fuera y ocuparse, también, de las tareas del hogar y de los hijos. Además, muchas mujeres tienen una capacidad de intuición, una especie de sexto sentido, que a mí me deja estupefacto. La forma de afrontar los problemas es, también, muy distinta: lo primero que solemos hacer los hombres es pensar en alguna solución, más o menos racional, mientras que lo primero que hacen las mujeres es hablar del tema con otras personas, en especial, con otras mujeres. Por último, las mujeres tienen una esperanza de vida varios años mayor que la del hombre, lo que es un nuevo indicador más de su superioridad.

Hay un librito, del americano John Gray, que señala, con una buena carga humorística, las grandes diferencias de los dos sexos: "Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus".

Y también, el video titulado "La caja de la nada" en el que, el humorista americano José Solís, utiliza las supuestas diferencias cerebrales entre hombres y mujeres, para un divertido show:





viernes, marzo 04, 2011

Notas de un observador. 11/11

Además de los 5 sentidos clásicos, a un observador que quiera escribir sobre lo que observa, en una sociedad muy diversa, le vendría bien aplicar otros dos sentidos: el sentido común y el sentido del humor.

El "sentido común" es eso que no suele abundar entre la clase política (gobernante y opositora), ya que todos sus sentidos están orientados a conservar o lograr el poder político, que es algo muy diferente de los "poderes fácticos" que suelen dominar o condicionar ese "poder político". ¿Quieren un ejemplo? Parece de sentido común el que si se ha pedido una hipoteca para un piso, con la garantía del piso tasado por el Banco, debería bastar la entrega del piso en los casos de impago de dicha hipoteca. Sin embargo, la Ley Hipotecaria española permite que, en los casos en que el valor del piso sea menor que la deuda hipotecaria (debido al descenso de precios por la crisis) un Banco exija al usuario la totalidad de la deuda hipotecaria, a veces por encima del valor actual del piso. Algunos jueces han aplicado el sentido común y han admitido la "dación" del piso como pago total de la deuda, aún en contra de la Ley vigente. Como también lo han hecho IU e ICV, que han presentado una proposición de Ley que cambiaría la Ley Hipotecaria en ese mismo sentido. Pero tanto el PSOE como el PP, en un ejercicio de sumisión al poder de la Banca, se oponen a tal propuesta. Y da la casualidad que son los dos únicos partidos con capacidad para gobernar el país. En su artículo "La banca y la ley Hipotecaria", Vicenç Navarro deja bien clara la situación de subordinación del poder político, en España, ante el poder de la Banca y cuales son las causas que han llevado a dicha situación.

Tampoco abunda, en la clase política, el sentido del humor. Ni tampoco entre la mayoría de los comentaristas políticos de los medios de comunicación, con la excepción de aquellos que hacen sus comentarios desde una perspectiva literaria, como es el caso de Juan José Millás, Manuel Vicent o Manuel Alcántara entre otros que no recuerdo en este momento. Ahora bien, a veces la simple transcripción de textos realizados por los comentaristas más distinguidos por su especial fanatismo, ya constituyen piezas de auténtico humor, aunque no pretendan serlo. Son los que José María Izquierdo ha llamado "los cornetas del Apocalipsis" en un libro que recoge artículos de su Blog "El ojO izquierdo", que escribe regularmente para El País. Por ejemplo, las últimas medidas sobre ahorro energético del Gobierno, que tienen bastante de sentido común, salidas de la pluma de estos comentaristas pueden resultar verdaderamente hilarantes. Pasen y compruebenlo en el artículo "Amarillo es, amarillo es" en el que, entre otras lindezas, el ex-terrorista (y, ahora, tenido por "historiador" por los otros "cornetas"), D. Pío Moa, emula a Einstein al saltarse las leyes de la física clásica cuando, a propósito de la reducción de velocidad a 110 km/h, dice que: al reducir la velocidad se aumenta el tiempo de estancia en carretera para la misma distancia, por lo cual es posible que se aumente el consumo.
Ahí queda eso. Y no me digan que Pío Moa no es un auténtico humorista.